Sin más PREÁMBULO podría empezar estos comentarios diciendo que todos nosotros hemos tenido la experiencia de vivir la muerte de algún ser querido, padres, abuelos, hermanos, hijos, amigos o incluso experiencias de uno mismo donde hemos estado cerca de esa experiencia y por lo mismo nos ha generado una mayor conciencia de la posibilidad y la certeza de la muerte. ¿Quién no ha pasado por esto? Este es un tema que a mí en lo personal me ha generado desde niño, mucha inquietud, temor quizás, pero también mucha curiosidad, muchas preguntas sin respuestas y la información que tenía pues no me era suficiente. Hoy vivimos una época diferente, en un vértigo propiciado por la inteligencia artificial, las nuevas tecnologías, las redes sociales, el internet. Esta velocidad con la que vivimos ha cambiado nuestros patrones de conducta, nuestra manera de relacionarnos, nuestros ritos, nuestros símbolos, nuestros afectos y también nuestras expectativas. Este mundo hipermoderno ha despertado nuevamente, envalentonado con esta nueva tecnología, esa antigua pretensión de extender lo más posible la vida hasta llegar a la inmortalidad. Hoy los multimillonarios la buscan con afán y trabajan activamente para ello. Tal vez como una manera de enfrentar sus temores hacia lo desconocido, pero también como una forma de continuar manteniendo el control y el poder sobre la vida y los recursos que manejan. Esta coyuntura se me hizo interesante y encontré con que había suficiente materia prima como para escribir una novela que explorara este tema y me permitiera comprenderlo un poco mejor que antes. Yo considero que los escritores no son los padres de sus libros. Los escritores son hijos de sus libros. Yo escribo para que el libro que surja de mi escritura sea el resultado de una íntima exploración conmigo mismo y con el mundo que habito en los temas que me intrigan, que me dan curiosidad, en los que tengo la urgente necesidad de cuestionarme y avanzar en el descubrimiento de algunas respuestas. Y ahí es cuando para mí, el hallazgo se transforma en un abrazo entre el misterio y la esperanza tal y como sería el abrazo de un padre con su hijo.
Entonces, teniendo encendida esta curiosidad, me puse a investigar con mucho entusiasmo y a imaginar personajes apasionados que vivieran una trama sobre los dilemas éticos que surgen al contrastar la condición mortal del ser humano con la antigua expectativa de prolongar la vida y evitar la muerte, pero ahora apoyada con la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías. Y entonces surgió esta novela LO BREVE que es un himno a la vida cantándole a la muerte. Propone la reconciliación con la muerte porque quien no se reconcilia con la muerte nunca llega a reconciliarse con la vida. Amar la vida es amar también a la muerte, porque la muerte forma parte de la vida. De eso trata esta novela, LO BREVE. Este es el tema central.
a) Los personajes de la novela se confrontan ante la *disyuntiva entre la pretensión de inmortalidad con el apoyo de la inteligencia artificial y la biotecnología y la aceptación del sentido profundo de mortalidad de la condición humana; entre la *obsesión por sobrevivir en el futuro a toda costa con el gozo y el asombro de vivir en el presente con la certeza de la muerte; entre la *depresión y la esperanza; entre la *ansiedad por la finitud de la vida y la serenidad, paz y armonía que da la amorosa aceptación de la muerte.
b) La trama es precisamente el viaje emocional psicológico del protagonista, el cviaje interior del héroe, desde esta ambición de disponer de la fórmula de la eterna juventud, ganar el Premio de Vanguardia en Biomedicina, enfrentarse con la disputa comercial de los bloques regionales por controlar la posibilidad de la inmortalidad aun arriesgando su libertad, su salud, sus afectos y el sentido de su vida, hasta su gradual aceptación de la muerte como parte del ciclo de la vida.
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En el caso del misterio de la vida y la muerte, esta aspiración ha estado presente en la mayoría de las culturas. Por poner tan sólo algunos ejemplos recordemos que el poema más antiguo de la historia, Gilgamesh, se escribió hace cinco mil años en lo que era Mesopotamia y su tema principal era la búsqueda de la inmortalidad. El agua de la vida la buscó Alejandro Magno y los alquimistas árabes. Paracelso creía que las enfermedades provenían del exterior y descubrió remedios minerales con los que aumentó las defensas del cuerpo humano para hacerlo vivir más tiempo. Los relatos de las religiones hablan de la vida eterna, la reencarnación, la transmutación de almas. Actualmente, seguimos pretendiendo lo mismo sólo que ahora contamos con la suficiente tecnología como para pretender conseguirla.
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He planteado en mis anteriores novelas y en LO BREVE también, que estamos ante la posibilidad de que se formen dos grandes segmentos de población, uno, el que tenga recursos para acceder a estas tecnologías, incluso las que prolonguen la expectativa de vida, para vivir sin enfermedades ni carencias, con un medio ambiente sano, donde se pueda colonizar otros planetas y se aspire a realizar el mayor propósito: el de disfrutar la vida y el otro, de los que nos mantengamos naturales, limitados al desempeño, productividad, vulnerabilidad y vigencia de la condición natural del ser humano tal y como la conocemos.
Tendremos que estar conscientes que muy probablemente, en un futuro muy próximo, las clases biotecnológicas sustituirán a las clases sociales y que la brecha entre ricos y pobres aumentará.
La novela destaca la ansiedad, como apego a sí mismo, que produce la llegada del envejecimiento interpretado como antesala de la muerte y la necesidad de tratarlo como una enfermedad para pretender que, al curar la enfermedad del envejecimiento, se logre evitar la muerte. De ahí que el protagonista, un científico en biotecnología, pretenda encontrar la Inyección de Juventud que logrará curar esta enfermedad y que además, le dará fama, prestigio y el Premio más importante en biomedicina.
Conclusiones
En conclusión, la novela presenta a través de su trama y personajes a la condición humana abordando los dilemas éticos y existenciales que surgen cuando nos enfrentamos a la disyuntiva entre la búsqueda de la inmortalidad a través de la inteligencia artificial y la biotecnología y la aceptación de nuestra innata mortalidad. Hay dilemas prácticos en la vida cotidiana y hay dilemas ético-filosóficos.
Dilemas prácticos en la vida cotidiana como qué hacer con la desigualdad de oportunidades ante el acceso a esa tecnología, con la sobrepoblación y los recursos, cambios en las estructuras sociales, médicas y laborales, la relación intergeneracional, mayor tiempo de cuidado de los padres por sus hijos, las relaciones de pareja y planificación familiar, las relaciones de amistad; el impacto en el medio ambiente, distribución del tiempo y productividad. El respeto al derecho a la eutanasia, al derecho a morir y a la voluntad anticipada.
Los dilemas éticos filosóficos ante el posible aumento de la expectativa de vida apuntarían sobre cómo fortalecer nuestro humanismo en esta era de inteligencia artificial y nuevas tecnologías, cómo mantener la dignidad de la naturaleza humana, cómo evitar la apatía, la perdida de sentido de la vida, la ansiedad, la depresión del impacto de la muerte de un ser querido y lo que significaría sacar de nuestras vidas la alta motivación para vivir que da la muerte. Cómo aumentar el sentido y disfrute de la vida ante la llegada inminente de la muerte.
La novela plantea que la mayor invitación a vivir es la certeza de la muerte. Lo breve de la vida toca nuestra psicología profunda. Reconciliarnos con la muerte para vivir plenamente con la mayor paz con la mayor armonía. Qué más vale contemplar a la muerte de frente, mirarla a los ojos, reconciliarnos con su sentido. Quien no se reconcilia con la muerte nunca llega a reconciliarse con la vida. Amar la vida es amar la muerte, porque la muerte forma parte de la vida. Vamos a vivir lo que nos toque vivir y vamos a vivirlo con la máxima conciencia, con el máximo amor, con la máxima plenitud con nosotros mismos, los demás y con el planeta en el cual vivimos.
De eso trata LO BREVE y yo los invito a leerla y comentarla en mi sitio web FernandoViverosAutor.com, mi página de autor en FACEBOOK o Instagram. Muchas gracias.
"Es un día soleado y, de repente, sin saber por qué, escuchas el silencio y un jardín secreto sucede dentro de ti donde conversan las sensaciones, colores, aromas y cantos. Te sorprende lo pequeño del polvo y lo inmenso del cielo. Levantas la vista y observas el sol y la luna que no se ha ido. Saludas al infinito y a la belleza que brota por sí misma y simplemente es. Un segundo parece interminable y la eternidad tan fugaz como un instante. Tu mente visita la paz y te sientes fuera del cuerpo, te percibes tan solo como un diminuto punto de luz y energía que se da cuenta de lo que pasa a su alrededor porque forma parte intrínseca de él. Has vivido solo, aislado, pero, por primera vez, con una dignidad y comprensión de la vida que no habías disfrutado antes. No necesitas nada a cambio. Abrazas tus vulnerabilidades y fortalezas y a la confianza y los miedos que conforman tu humanidad. Haces un ritual de la simplicidad: único templo y vehículo para fluir, del dolor de tu pasado y la incertidumbre del porvenir, al profundo amor de este preciso momento, pase lo que pase. Te sientes cubierto por el manto de una nueva energía y reconoces que la vida se expresa frente a ti. Sabes que, en este preciso momento, en algún lugar del planeta, hay bebés que nacen, niños que juegan y ríen, pájaros que cantan en libertad, adolescentes que se enamoran, plantas que florecen, animales y ríos que corren, madres y padres que aman a sus hijos, personas que ayudan a otras, artistas que disfrutan y comparten, ancianos que mueren sonriendo. Tu mirada ve para adentro. Tus labios, por fin, se mueven. Agradeces a cada uno de tus sentidos, a la memoria, a la imaginación, a tu corazón que todavía late. Te das cuenta de que todavía te queda una oportunidad de disfrutar, que el tiempo es corto y la vida, breve."
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